Partido Revolucionario Dominicano (PRD)
Historia del partido
La fundación del Partido Revolucionario Dominicano se remonta al 21 de enero del año 1939, en la Villa de El Cano, cercana a La Habana, Cuba. En esa fecha se trató el asunto de la formación del PRD, cuyos fundadores fueron: Enrique Cotubanama Henríquez, Ángel Miolán, Nicolás Silfa, Juan Isidro Jiménez Grullón, Juan Bosch, Virgilio Mainardi Reyna, Lucas Pichardo, Pipi Hernández, Plinda Woss y Gill, Manuel Alexis Liz, y Romano Pérez Cabral.
Estos ciudadanos formalizaron todas las inquietudes de lucha contra la dictadura trujillista, aprobando una doctrina de partido y unos estatutos. Esa fue la primera manifestación orgánica en ese sentido. El PRD se fundó con el objetivo de acelerar la liquidación de la tiranía de Trujillo y luchar por un mejor porvenir democrático para la República Dominicana.
La primera seccional que se fundó fue la de Nueva York en el año 1940 en la residencia de Juan M. Díaz (Juanito). Para la formación viajaron a Nueva York, Juan Isidro Jiménez Grullón y Enrique Cotubanamá Henríquez. La dirección quedó en mano de Juanito M. Díaz y en esa fecha se optó por llamarle “Unión Revolucionaria Dominicana“.
Hacia 1940, el secretario General del P.R.D. era Juan Isidro Jiménez Grullón, siendo otros directivos: el coronel Manuel Alexis Liz, Enrique Cotubanamá Henríquez, Lucas Pichardo, Virgilio y Víctor Mainardi Reyna, y el Dr. Romano Pérez Cabral. Tal era el interés que tenían los dominicanos exiliados por una organización que fortaleciera su lucha, que fueron rápidamente creadas seccionales en México, San Juan de Puerto Rico, Venezuela, Curazao y Aruba, además de la de Nueva York.
El PRD heredó en los años 1940 el nacionalismo progresista,[cita requerida] alimentados con los aportes de la Revolución mexicana de 1910 y el Aprismo de Víctor Raúl Haya de la Torre, también nacido en México en 1924. El Partido Revolucionario Dominicano se mantuvo en el exilio luchando, organizando y conspirando contra el régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo. Hubo varias expediciones armadas hacia la República Dominicana apoyado por el PRD y los demás grupos de exiliados que existían en diferentes países del extranjero. Las mayorías de estas expediciones armadas antitrujillistas fracasaron debido al férreo control que el dictador mantenía sobre el país, a los desacuerdos de los grupos políticos en el exterior, y a los calieses que mantenía Trujillo fuera de la nación.
Después del atentado mortal a Trujillo en mayo de 1961, la dirección del PRD en el exilio vio la necesidad de regresar al país, y así se dejó de lado la lucha armada como forma de derrocar el régimen. Tras ello se vio la necesidad de la acción política para conquistar el poder y solucionar la problemática nacional.